viernes, 20 de junio de 2008

LUX

Abrir de ojos. Nos desperezamos entre un mar de sábanas, sobresaltados un tanto por el sueño inconcluso. Respiramos por rutina, sin darle importancia al hecho del acto reflejo, y con desgana volvemos a sabernos despiertos.



Dónde andabas si tras las pisadas de tus pies descalzos no te hallo.



Rumor que atraviesa la antesala, es cierto que mirar al interior del sueño nos atrapa en el engaño. Tu me engañas, porque como sueño me arrebatas la razón, y la sangre fluye, como vida que me das, disolviendo corazón de piedra.



Siento los viejos hábitos; reflejado en el espejo, un torpe reloj sepultado entre simientes, verdes granos que brotan de cuando en cuando. Bajo la mar, un silencio profundo camina hasta encontrar olas que se precipitan sobre la arena de tu cuerpo, agua que se lleva un pedazo de ti cada vez que vuelve.



Tantas son las situaciones vividas, aún con legañas en los ojos, un pasado pluscuamperfecto engrosa la memoria y me acompaña. Cuál es la llave para llegar a una persona, indolente ante mi mirada, pero llena de fuego tras la suya.



Una brizna de sol enredada en tu pelo, me dirijo hacia ti porque eres luz, toda tu eres luz, cada centímetro de tu piel, cada mirada y cada sonrisa, cada beso no dado de tus labios sobre los mios... cerrar los ojos es luz si tras la oscuridad de mis párpados tu te encuentras.